jueves, 23 de octubre de 2014

Salto Ángel y las cataratas más altas del mundo


Hay que marcharse a Venezuela para encontrar la catarata más alta de todo el mundo. Se trata del Salto Ángel, que tiene una altura de 979 metros, dos caídas, una de ellas ininterrumpida a lo largo de 807 metros y una anchura de 107. Está ubicada en el Parque Nacional Canaima (creado en 1962 y nombrado Patrimonio de la Humanidad en 1994), en el estado venezolano de Bolívar, surge del Auyantepuy y forma parte del río Kerep. Debe su nombre al aviador norteamericano Jimmie Angel, que en 1937 sobrevoló la zona y certificó la ubicación exacta de la catarata. El lugar es tan impresionante que fue uno de los 28 finalistas en la elección de las siete maravillas naturales del mundo que se escogieron en 2011, y de las que forma parte sólo una caída, las cataratas de Iguazú, en Argentina y Brasil. El Salto Ángel es uno de los grandes atractivos turísticos de Venezuela, aunque sigue presentado un acceso complicado, en avioneta o cruzando la selva por el agua.

La segunda catarata más alta del mundo es al mismo tiempo la primera de África, el Salto del Tugela, en la provincia sudafricana de KwaZulu-Natal. Formada por cinco caídas, la más larga de ellas de 411 metros, presenta una altura total de 948 metros y una anchura de 15. La cascada se forma en el río del mismo nombre, Tugela, y está ubicada en el Parque Nacional Natal Real, en las Drakensberg, las montañas del dragón. El tercer salto de agua de esta lista lo ocupan las Cataratas de las Tres Hermanas, con sus 914 metros totales de altura repartidos en tres tramos escalonados y sus 12 metros de anchura. Para encontrarla hay que viajar hasta el departamento de Junín, en Perú, y llegar hasta el Parque Nacional Otishi.

El primer nombre de esta lista por altura que nos lleva a Norteamérica es el de Olu’upena, que se encuentra al noroeste de Hawai, en Estados Unidos. Esta es probablemente la más peculiar de las cataratas de esta lista porque su caída, de 900 metros, no es tan vertical como las demás. De hecho, no siempre se considera su nombre entre las cataratas más espectaculares del mundo. De nuevo en Perú, la quinta posición de esta lista es para la Catarata Yumbilla. Curiosamente, este salto no obtuvo el reconocimiento mundial hasta el año 2007, cuando el Instituto Geográfico Nacional de Perú trazó sus dimensiones exactas, 895 metros repartidos en cuatro caídas. Su ubicación es privilegiada, en el Amazonas, en el distrito de Cuispes, en la provincia de Bongará.

La sexta plaza de este ránking es para Vinnufossen, en Noruega, que con sus 860 metros de altura total y 420 en el mayor salto es la catarata más monumental de Europa. Le sigue la también noruega Baläifossen, con 850 metros totales y 452 del mayor salto. La octava posición nos lleva de nuevo a Estados Unidos, al Salto Pu’uka’oku, en Hawai, con 840 metros. La misma altitud tiene el Salto James Bruce, en la Columbia Británica candiense. Y cierra este Top 10 de magníficos espectáculos naturales la Cascada Browne, con 836 metros de alto y 244 en su mayor tramo ininterrumpido. Ésta última es la mayor catarata que hay en Oceanía, concretamente ubicada en Fiorland, en la Isla Sur de Nueva Zelanda. El único continente que no queda cubierto con esta selección es Asia. Para encontrar su mayor catarata hay que descender hasta el puesto 93 de la lista, hasta los 500 metros de la japonesa Hannoki no taki.

jueves, 2 de octubre de 2014

Los embalses españoles acaban el verano al 63 por ciento de su capacidad


El final del verano siempre es buen momento para evaluar el estado del agua embalsada en España. Y los datos, siendo positivos, no son los mejores. A día 23 de septiembre y según los datos de Embalses.net, los pantanos españoles almacenaban 34.991 hectómetros cúbicos, lo que supone un 63,23 por ciento de su capacidad, lo que supone una pérdida de casi el 20 por ciento durante el verano (el 10 de junio esa capacidad estaba en 45.523 hectómetros cúbicos, un 82,26 por ciento). Comparado con el año anterior, ese descenso es más acusado, pues por estas fechas del año 2013 el agua almacenada llegaba al 68,8 por ciento de la capacidad de los embalses, un total de 38.075 hectómetros. Pero la parte positiva está en que la media de los últimos diez años se queda muy por debajo, en el 50,98 por ciento.

Por provincias, la capacidad de Valladolid sigue siendo tan insuperable como lo era al comienzo del verano, pues mantiene sus embalses al cien por cien de su capacidad, aunque sea tan limitada como seis hectómetros cúbicos, la menor de toda la Península Ibérica. Le sigue Tarragona (93,67 por ciento, 222 hectómetros cúbicos) y Girona (86,05 por ciento, 253 hectómetros cúbicos). Las mayores masas de agua embalsada en España son ahora mismo las de las provincias de Badajoz (7.598 hectómetros cúbicos, y al 76,41 por ciento de su capacidad), Cáceres (6.627, 59,03) y Salamanca (3.422, 85,48).

Por comunidades autónomas, el mayor porcentaje de agua embalsada a finales de este verano de 2014 está en Cataluña (79,16 por ciento) y la mayor cantidad de líquido está depositada en Extremadura (14.225 hectómetros cúbicos). Tres de las autonomías presentan cifras muy bajas en estos momentos, a la espera de las lluvias otoñales. Se trata de Murcia (27,52 por ciento de su capacidad), Comunidad Valencia (29,27) y La Rioja (33,09 por ciento).

Como consecuencia, sólo hay una cuenca de las trece que componen el mapa hidrográfico español que se encuentra por debajo del 50 por ciento de su capacidad. Se trata de la del Júcar, que está en el 39,33 por ciento. La del Tajo es la única que supera por poco el 50 por ciento, con un 51,07, y todas las demás se sitúan en registros cercanos o superiores al 60 por ciento. Los mejores datos son los de la cuenca de Cataluña Interna, que llega hasta el 84,64 por ciento de su capacidad, seguida por la del Guadiana (74,59 por ciento) y la Atlántica Andaluza (73,43 por ciento).

Las temperaturas siempre son un factor a tener en cuenta para calibrar la normalidad de las reservas de agua. Y en ese sentido explican la situación actual. En el mes de julio, el jefe del área de Climatología de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Antonio Mestre, explicó que la temperatura media prevista para el trimestre estival era de 22,3 grados centígrados. Hubo pocas olas de calor, y este verano fue ligeramente más fresco que el de los últimos años. Eso sí, el primer semestre del año sí fue en conjunto más caluroso, hasta el punto de que el primer semestre del año, con 1,5 grados superior a la media de los últimos 50 años, hace pensar que 2014 acabará siendo uno de los cinco o seis años más cálidos del último medio siglo. Y el agua sufre con ese dato.