jueves, 28 de noviembre de 2013

La magnetización del agua para ahorrar en el riego agrícola


Según algunas estimaciones, el 70 por ciento del agua consumida en el mundo se la llevan los cultivos agrícolas. Por eso es tan trascendente cualquier experimento que permita ahorrar en este uso del líquido elemento, experimentos como el que se acaba de dar a conocer en México. La empresa Movagro ha desarrollado un dispositivo denominado Less Salt de hasta un metro de diámetro que se instala en los dispositivos de riego. Lo que hace esta máquina es magnetizar el agua y alterar sus propiedades físicas, consiguiendo lo que se denomina agua estructurada, hexagonal o biofotónica. Movagro asegura que sus pruebas determinan que se llega a ahorrar un 20 por ciento del agua con este método.

En el proceso de magnetización del agua, explica la empresa mexicana, se eliminan los gases que contiene en su estado natural, lo que redunda en una mayor permeabilidad del agua en el suelo y, por tanto, una mejora en la eficacia del riego porque permite disminuir los periodos en los que hay que usar el agua en el ciclo agrícola. Del mismo modo, el líquido magnetizado reduce la salinidad del suelo y otros efectos como el menor uso de energía en el bombeo, la reducción al mínimo de las incrustaciones en tuberías y aspersores (lo que alarga la vida de la maquinaria y, por tanto, reduce los costes de explotación) y permite el uso de menos fertilizantes y productos químicos.

La empresa mexicana esgrime otros beneficios de su tecnología. Según dicen, el agua magnetizada permite aumentar el crecimiento de algunas plantas, como la lenteja o el garbanzo, hasta en un 150 por ciento con respecto a su tamaño natural, y que frutos como el melón aumentan tanto el tamaño como su contenido de azúcar. Estos efectos en la producción agrícola se deben a que la magnetización hace que el agua aumente las moléculas que absorben la luz, los pigmentos fotosintéticos. Las plantas tratadas con agua magnetizada transforman las bandas de proteínas y, como consecuencia, producen un mayor crecimiento.

El agua magnetizada no sólo tiene efectos en la agricultura, aunque éstos sean los más trascendentes por el alto empleo del líquido en este sector. En la ganadería, por ejemplo, puede aumentar la producción de leche en un 10 por ciento, la ganancia media de peso en diferentes animales, de entre el 10 por ciento en los conejos al 48 por ciento en los lechones, así como reducir la mortalidad prematura del pollo o los peces. Incluso hay estudios que hablan de beneficios en la apicultura mediante el riego con agua magnetizada en el césped y las plantas que rodean el ámbito de las abejas. Pero incluso tiene aplicaciones en el terreno industrial, doméstico e incluso sobre los combustibles.

jueves, 7 de noviembre de 2013

El consumo de agua en España es de 144 litros al día por habitante


¿Cuánta agua gasta una persona al día? Según los últimos datos conocidos en España, que son los del año 2010, 144 litros por habitante. Y es una cifra que, afortunadamente, ha ido decreciendo en los últimos años, lo que habla de un menor despilfarro de este recurso natural. Aún así, es interesante ver la evolución y cómo en algunas autonomías se gasta más que en otras. Los últimos datos oficiales sobre el agua proceden del Informe anual de indicadores que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente presentó el pasado mes de junio.

En sus páginas se indica que en 2010, año al que hace referencia el informe, se consumieron en el medio urbano 4.581 hectómetros cúbicos de agua, lo que equivale a 144 litros por habitante y día. La cifra ha ido disminuyendo desde que en 2004 se alcanzaran los 171 litros, pico de consumo en la última década. En 2007, año en que el consumo diario por persona alcanzaba los 157 litros, la empresa Hansgrohe, dedicada a la fabricación de duchas y cañerías, publicó un informe en el que estimaba que el consumo doméstico podía reducirse todavía en un 48 por ciento y en el que destacaba España era uno de los cinco países de la Unión Europea con un consumo más elevado por habitante, junto a Bélgica, Luxemburgo, Alemania e Italia.

No se han alcanzado ni mucho menos esos baremos de ahorro, pero el descenso en el consumo parece consolidarse según los datos del Ministerio. La reducción en 2010 con respecto a los 154 litros por persona y día de 2009 fue del 3,9 por ciento. Ese mismo informe destaca que, por comunidades autónomas, los consumos más elevados se dieron en Cantabria (173 litros por habitante y día), Castilla y León (167) y Extremadura (160), mientras que las autonomías que menos agua diaria emplean por habitante son Islas Baleares (121), La Rioja y País Vasco (ambas con 122).

¿Y en qué gastamos ese agua? Por pura lógica, no hay datos muy precisos, sólo estimaciones, puesto que depende del comportamiento y las costumbres de cada usuario, pero los cálculos realizados por diversos organismos apuntan a que el consumo en una ducha es de 60 litros; en el lavado de manos, de 3,5; en el uso del WC, de 6 a 15 litros; en el de la lavadora, de 50 a 200 litros; en el lavavajillas, de 18 a 150; en lavar los platos a mano, entre 15 y 30; y en la limpieza de la casa unos 10 litros. Hay webs como las de Facsa o la de Aguas deSevilla con aplicaciones que permiten averiguar el consumo aproximado por persona.

España puede presumir, además, de que sus aguas son de muy buena calidad para el consumo. El último informe técnico de Calidad del agua de consumo humano en nuestro país data de 2011. Ese año, el 95 por ciento del agua analizada fue calificada como apta para el consumo, el 3,8 fue apta pero con no conformidad en los análisis, y sólo el 0,6 no fue apta y el 0,1 con riesgos para la salud. Además, el 86 por ciento de las zonas de abastecimiento tuvo siempre la calidad del agua apta para el consumo. De la producción de agua para consumo humano, el 69 por ciento procedía de agua superficial, el 30 por ciento de agua subterránea y el 1 por ciento de agua marítima.