España vive una situación extraordinaria en lo que al agua se refiere. El final del año hidrológico, que comenzó el 1 de octubre de 2012 y
finalizó el 30 de septiembre de 2013, ha dejado unas cifras espléndidas de lluvia y almacenaje,
gracias a que en casi todo el país ha caído del cielo más agua de lo acostumbrado. Y gracias
a esas abundantes lluvias, el agua embalsada en las instalaciones distribuidas
por todo el país está razonablemente por encima de la media de la última
década, lo que permite tener cubiertas las demandas de agua de los próximos
años sin ningún tipo de problema o de restricción. Una espléndida noticia que hace que los tiempos en los que España padecía sequía hayan quedado ya en el olvido.
Los datos del año recién finalizado año hidrológico los
proporcionó hace pocos días el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Fermín
Elizaga. Según explicó, hasta el día 24 de septiembre, una semana antes de la
finalización del año en esta materia, se habían recogido ya 779 litros de
lluvia por metro cuadrado, lo que supone casi un 22 por ciento más del nivel
normal asociado a este periodo de tiempo, que se sitúa en 649 litros por metro
cuadrado. La previsión era que las lluvias de los últimos días colocaran este indicador en muy baremo muy cercano al 23 por ciento como cifra final del año hidrológico.
AEMET registra estos datos desde hace 43 años, desde 1970, y este 2012-2013 se ha convertido
en el séptimo año más lluvioso.
En algunas zonas como Navarra, parte del País Vasco,
noroeste de Aragón y La Rioja, centro y este de Andalucía y sur de Castilla-La
Mancha se han registrado incrementos que superan el 50 por ciento. Por contra,
se han registrado baremos por debajo de la media anual normal en las islas
orientales de Canarias, en el centro de la Comunidad Valenciana o en pequeñas
zonas de Castilla y León y Cataluña. La comunidad autónoma española donde más ha llovido en
términos absolutos en este año hidrológico es Galicia, donde se han registrado
más de 2.500 litros por cuadrado. Le siguen el País Vasco, el
norte de Navarra y Aragón y Grazalema, en Cádiz, zonas todas ellas donde se han recogido más de 2.000 litros por metro cuadrado. Lanzarote y Fuerteventura, ambos en las Islas Canarias, han
sido los puntos más secos del año, con apenas 40 litros por metro cuadrado.
Las abundantes lluvias del último año han hecho que los
embalses españoles alcancen niveles sumamente satisfactorios. Ahora mismo, el
agua embalsada supera en un 21,2 por ciento la cantidad que tenían almacenada hace un año, y en un
17,2 por ciento la media de la pasada década. Según los datos ofrecidos la
semana pasada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente,
las presas españolas se encuentran en estos momentos al 66 por ciento de su
capacidad total, sumando un total de 36.879 hectómetros cúbicos. Con esta cantidad, el
abastecimiento de agua para riego y consumo está garantizado para bastantes
años, incluso aunque no se registraran en los próximos unos baremos como los del recién finalizado año hidrológico.
Todos los embalses españoles están por encima de la media de
agua almacenada durante la última década. El mayor incremento durante el último
año se ha registrado en las cuencas del Ebro (33,6 por ciento), las
cuencas internas de Cataluña (32,3 por ciento), la del Guadalquivir (27,8 por
ciento), la del Duero (26,9 por ciento) y la del Segura (25,8 por ciento). Las
lluvias han provocado también episodios de
inundaciones, que el Ministerio califica de "importantes" y que no se han podido evitar a pesar de la función de los
embalses. Hay que tener en cuenta, según los datos de AEMET, que en el anterior
año hidrológico, el que se inició el 1 de octubre de 2011 y finalizó el 30 de
septiembre de 2012, finalizó con 447 litros por metro cuadrado un 30 por ciento
menos de lluvia que la media histórica.